¿Qué es una intervención ciudadana en el espacio público? ¿Cómo y con qué frecuencia se generan? ¿Quiénes las convocan y quienes participan? ¿Las Alfombras Rojas se extienden en cualquier parte del espacio público o hay algún criterio para la elección de los espacios a intervenir? La Alfombra Roja se ha extendido en poco tiempo fuera de las fronteras limeñas, fuera de la geografía peruana e incluso fuera de Sudamérica. ¿Cómo se ha hecho posible la extensión de este movimiento social y qué fuerzas lo motivan?

Desde el terreno del arte se llaman intervenciones en el espacio público a las acciones artísticas, por lo general efímeras, que afectan el espacio sociopolítico y su historia simbólicamente, resemantizándolo. Así, el carácter performático de la Alfombra tiñó de rojo las escaleras de Palacio de Justicia, el frontis del Palacio de Gobierno, la Plaza San Martín, así como las escaleras de la Catedral y de las diversas iglesias del Centro de Lima. El arte salió de los muros culturales de la exposición al exponer su protesta en las calles, en este caso denunciando la urgencia de un cambio en materia de los derechos sexuales y reproductivos.

En tres meses de actividad ciudadana, más de 600 personas han participado poniendo el cuerpo en las diversas Alfombras Rojas que se han realizado sobre todo en el Centro histórico de Lima. En consecuencia y cual efecto de dominó, se han extendido Alfombras humanas en diversas provincias del país, tal es el caso de Arequipa, Iquitos, Lambayeque y Trujillo. En estos momentos se organizan además en Cajamarca y Cusco. Mas allá de las fronteras geográficas nacionales, este movimiento social feminista se ha extendido rizomáticamente en diversos países del continente sudamericano. Primero en Chile, luego en Bolivia (CLACAI Andino, Jóvenes Redlac y Católicas por el derecho a decidir, entre otras organizaciones) y recientemente en Ecuador (Mengana Kolectiva, Flor del Guanto, Salud Mujeres Ecuador 2.0, Fundación Desafío, Fundación Causana). Su vulgarización a sobrevolado el océano atlántico y aterrizó en el continente europeo, donde ha sido acogido por el Antimuseo y la plataforma Decidir nos hace libres que cuenta con alrededor de 300 organizaciones feministas y políticas que defienden el libre cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos a lo largo y ancho de España, Cataluña y Galicia. Por lo pronto se ha extendido en Madrid y promete extenderse a través de esta plataforma en las diversas regiones.

Paralelamente a este movimiento internacional las intervenciones de la Alfombra Roja en Lima han dado un giro. Si bien se continúan las acciones en el Centro histórico, la Alfombra se ha descentralizado y se ha posicionado solidariamente con las más afectadas, ha tomado los hospitales y las Iglesias en el distrito de Comas. Allí donde las cifras escalofriantes son el pan de cada día, donde las mujeres dañadas son muchas y las colas muy largas. Esperamos pronto llegar a San Juan de Lurigancho y continuar el recorrido por donde las cifras de violaciones y de abortos clandestinos sobrepasan nuestra distópica imaginación.

Detrás de estas intervenciones en el espacio público existe una red orgánica de participación interregional, internacional e intercontinental que pinta de óleo rojo una comunidad global preocupada por las condiciones cotidianas a las que se encuentran sometidas las mujeres. Esta red ha reunido en Perú a los diversos colectivos feministas tanto de Lima como de las diversas regiones; activistas de derechos humanos; movimientos juveniles y estudiantiles; artistas y sobre todo a la sociedad civil organizada y preocupada por el retroceso en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos. Alimentadas por un pensamiento feminista de extensa trayectoria, es sobre todo desde las redes sociales que se han articulado para reapropiarse del espacio público y alzar la voz en silencio.

Cualquier grupo de personas que consideren necesaria la urgencia de un cambio radical en las políticas de salud pública que afectan nuestra sexualidad pueden apropiarse del concepto y realizar una Alfombra Roja. Basta con indignarse lo suficiente contra el machismo, el patriarcado y la misoginia. Entonces, la idea es convocar libremente a la gente, vestirse de rojo y echarse en lugares que cristalicen esta problemática, por ejemplo, en plazas, universidades, catedrales, instituciones gubernamentales, hospitales, etc., luego se registra y por último se difunde la acción. Se han realizado Alfombras Rojas en las escaleras de los espacios publico-estatales, ya que es ahí donde se crean y aplican las leyes nefastas del gobierno atentando cruelmente contra nuestras libertades y derechos adquiridos y por adquirir. También desde las escaleras de Catedrales e Iglesias reclamamos un Estado laico, ya que, nuestros gobernantes al legislar guiados por fundamentalismos religiosos están causando diariamente la muerte de muchas mujeres.

Normalmente las diversas convocatoria se hacen a través de las redes sociales desde la Fan Page de Facebook “Alfombra Roja Perú” y desde el Twitter del mismo nombre. No se puede calcular ni predecir cuántas personas reaccionarán a la convocatoria. Entonces en el lugar y hora citadas las personas van apareciendo y se van reconociendo unas a otras por las prendas rojas. La mayoría vienen ya vestidas de rojo aunque también se brinda ropa roja a las personas que no tienen. Una vez decidido el lugar y el cartel a portar se interviene colectivamente en el espacio público. Luego cada uno vuelve a casa probablemente sintiéndose distinto, como comentó una mujer luego de la experiencia, con el alma en rojo.

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